Iniciándome en la gastronomía El palacio de los Duques. C/ Angustias 2 Uclés. Cuenca.

Quien sepa de mí y mi genealogía, sabrá mi vinculación histórica, con dicha localidad. Por ello es normal que aun habiendo pasado más de cuatro siglos mantenga esos hábitos de visitar tierras y lugares vinculados, con los que vivieron antes que yo.
Vino de la tierra, aromatizado, de barrica, sabor intenso y color fuerte. Acompañado como entrantes con unos sencillos pimientos rellenos de puré de setas, acompañados con espárragos.
Una “torrija” “bañada” con leche, inyectada con caldo de jamón, sofrita a la antigua usanza manchega y repleta de virutas de jamón. Exquisita.
Y os sorprendería el “meloso de rabo de toro”, que cercano a las fechas de San Isidro, me aseguraron que no procede de dichas barbaries, sino de matanza. Pues dejé de comer estofado de toro en fechas cercanas al patrón. Sofrito de verduras después de ser cocidas con el caldo del estofado, triturara la carne del rabo con el justo sabor de vinagre, ajo y laurel y todo ello en un molde (yo lo aconsejo de barquillo y con una hojita de menta o de rúcula) y el postre una pera al agua con pimienta, canela y acompañado de helado de vainilla.
El trato, manchego, acogedor, pecio bueno, es decir calidad-precio 10 y calidad-cantidad 10. Un ambiente del siglo XVI con las comodidades del actual.
Cuando vayas de camino Madrid-Valencia, desvíate siete Km, vista su monasterio “el escorial manchego” recorre la ruta de los grandes maestres de la orden de Calatrava, y vista el palacio ducal donde servirá los yantares descritos.

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